Sobre cómo revisar un texto de ficción

La revisión ofrece la última oportunidad de pulir un texto para que se acerque lo más posible a la perfección. Para facilitarlo he compilado durante años una serie de notas que suelo seguir cuando trabajo con una de mis narraciones.

Preparación

  • Deja que tu manuscrito descanse durante unas dos o hasta cuatro semanas. No leas ni una de sus páginas. Necesitas que tu cerebro vuelva a enfrentarlo como por primera vez.

Durante una lectura entera

  • General
    • Si alguna escena te hace querer saltártela para llegar a las “partes buenas”, considera si la narración la necesita de verdad. ¿Puedes desmantelarla y repartir sus elementos necesarios a otras escenas? Si debe quedarse, ¿cómo la mejorarías?
    • Si te apetece saltarte algún párrafo, márcalo como problemático. Suele significar que la prosa es lenta y/o contiene descripción, exposición o digresiones innecesarias.
    • ¿Qué partes molestarían a un lector falto de entusiasmo?
  • Alternativas
    • Prueba a leer las escenas en el orden opuesto, desde la última a la primera.

Tras una lectura entera

  • General
    • ¿Te enorgullecería presentar la narración al mundo tal como está? ¿Por qué no? Intenta corregir esos aspectos.
    • Repasa el tratamiento de la narración por si has dejado líneas argumentales sin resolver o si alguno de tus personajes es superfluo o insuficiente.
    • ¿Se te ocurre alguna manera de enriquecer a los personajes y de eliminar complicaciones innecesarias de la trama?
    • Haz una lista de los que te han parecido los diez mejores momentos.
    • Puntúa del 1 al 10 los siguientes elementos de la narración:
      • El concepto
      • La premisa (el objetivo del protagonista)
      • La tensión dramática (el conflicto)
      • La experiencia visceral que ofrece al lector
      • La caracterización
      • La empatía que el lector puede llegar a sentir
      • El peso y la resonancia temáticas
      • La estructura
      • El ritmo
      • La ejecución de las escenas
      • La voz del escritor
  • Personajes
    • Piensa en cuándo revelas el trasfondo de cada personaje, la explicación sobre qué eventos de su pasado influyen sus acciones en el presente. ¿Puedes revelarlo después? Cuanto más lo atrases, más querrá el lector conocerlo.

Durante cada escena

  • General
    • Intenta eliminar las frases que introduzcan al lector en la escena o lo saquen de ella.
    • Asegúrate de que ningún elemento rompa la ilusión para el lector de que está inmerso en otra vida.
    • Analiza todos los detalles que incluyes. ¿Tendrán alguna consecuencia o nos ofrecen algún conocimiento que el lector necesita para entender lo que pasa?
    • ¿Cada párrafo importa? ¿Contribuye a, complica o elabora el problema sobre el que la escena trata?
    • Busca el trasfondo de los personajes que has incluido. Si no avanza la trama, elimina las referencias.
    • ¿Has descartado todo lo que nos distraería de lo que el protagonista necesita enfrentar para solucionar su problema?
  • Prosa
    • Justifica la presencia de cada adverbio y adjetivo. Intenta eliminarlos con verbos fuertes y sustantivos sólidos.
    • Caza los clichés y elimínalos o reemplázalos.
    • ¿Es cada palabra la apropiada y efectiva?
  • Exposición
    • Asegúrate de que no das al protagonista o a la audiencia alguna información que no haya exigido conocer.
  • Interés
    • Intenta identificar las partes aburridas. ¿Puedes eliminarlas? Si se quedan, asegúrate de que tengan relación con o afecten el objetivo del protagonista.

Primera frase de la narración

  • General
    • ¿Presenta la temática?
    • ¿Introduce algún personaje importante?
    • ¿Establece algún escenario?
    • ¿Qué promete al lector?
  • Prosa
    • Condénsala a su versión más corta y precisa.
    • ¿Puedes hacerla memorable, quizá por su valor poético o su cadencia?
    • ¿Presenta alguna imagen vívida?
    • ¿Da la impresión de que el escritor es competente?
    • ¿Establece de alguna manera la voz del escritor?
  • Trama
    • ¿Puede concentrar la esencia o hasta el conflicto central de la narración?
    • ¿Puede de alguna manera resumir la narración?
  • Sorpresa
    • ¿Cómo conseguirías que sorprendiese o espabilara al lector? ¿Contiene algo inusual?
    • ¿Puede ser tan absurda que enganche al lector para que siga leyendo?
  • Tensión
    • ¿Puede introducir un conflicto que interesaría a los lectores?
    • ¿Podría intrigar?
    • ¿Tiene poder dramático?
    • ¿Cómo genera una sensación de urgencia?
  • Sutileza
    • ¿Puedes escribirla de manera que sólo adquiera su sentido completo durante una segunda lectura?

Primer párrafo

  • ¿Cuánta emoción incluye?
  • ¿Puedes incluir alguna imagen que capture la narración?

Primera página

  • General
    • Júzgala por sus propios méritos.
    • ¿Puedes incluir alguna imagen que establecerá el tono del resto?
    • ¿Cómo da la impresión de que el escritor es competente?
    • Ponte en la piel de un extraño que leyera esta página por primera vez. ¿Qué sugiere sobre el resto de la narrativa?
  • Trama
    • ¿Cómo te aseguras de que la trama ya haya arrancado?
    • ¿Cómo estableces al menos una pregunta dramática, algo que intrigará a los lectores para que sigan leyendo?
    • ¿Pasa algo que afecte al protagonista y que abra un resquicio al resto de la narración?
    • ¿Cómo prepara al lector para lo que se avecina?
    • ¿Puedes incluir algún giro en la trama?
  • Tensión
    • ¿Cómo estableces algún peligro?
  • Interés
    • ¿Puede intrigar al lector para que quiera leer el resto?
    • ¿Cómo te aseguras de que no aburra?
    • ¿Cuál o cuáles de sus elementos involucrarían las emociones del lector, y cuál se trataría la emoción principal?

Primeras cinco páginas

  • Cuentas con unos quince o veinte segundos para intrigar lo suficiente a un lector para que compre tu libro. Asegúrate de estas cinco páginas impresionen al lector.
  • ¿Cómo sugieren el resto de la trama y por qué le importaría al protagonista?

Primeras diez páginas

  • General
    • Juzga lo buenas que son.
    • Juzga la calidad de la prosa. Asegúrate de que brille.
    • ¿Cómo sugieren a quién pertenece esta historia y qué se juega?
    • Considera qué aspecto del concepto vendería la narración, y asegúrate de que pase en este periodo.
  • Interés
    • Imagina que se tratan de los diez primeros minutos de una película. ¿Te habrían aburrido, haciendo que te preguntaras por qué te importaría esta gente y cuándo va a empezar la historia?
    • ¿Cómo has enganchado al lector antes de que estas diez páginas acaben?

Tras cada cinco páginas

  • ¿Por qué querría el lector seguir leyendo? ¿Estas cinco páginas lo aburrirían? ¿Cómo lo evitarías?

Primeros capítulos

  • Piensa en cómo podrías atrasar toda la exposición y el trasfondo de los personajes que contienen.

Saltos de capítulo

  • ¿Puedes introducir un conflicto nuevo para evitar que el lector cierre el libro?
  • ¿Puedes rematar el capítulo estableciendo otra pregunta dramática, o sugiriendo que responderás una anterior?
  • Piensa en lo que ha pasado durante este capítulo. ¿Todo lo que contiene contribuye a la narración?

Últimas diez páginas

  • ¿Cómo impresionarían al lector?

Progresión

  • Identifica las principales cimas emocionales de la trama. ¿Sientes un desequilibrio? ¿Has incluido demasiadas cimas al final y pocas al principio, o viceversa?
  • ¿Seguro que la tensión que el segundo acto de la narración contiene progresa?
  • ¿Has detectado algún punto argumental que dañe el ritmo de la narración? Intenta eliminarlo.

Áreas problemáticas

  • Trata cada problema como un principio de cáncer.

Estilo

  • Asegúrate de que has escrito los títulos de los libros, cuadros, etc. con cursiva.
  • Busca en el diccionario de la RAE si algunos latinismos o extranjerismos debes escribirlos con cursiva.
  • Asegúrate de que los días de la semana y los meses empiezan con minúscula.

Prosa

  • Busca las construcciones en negativo e intenta convertirlas en positivo.
  • Sustituye las construcciones como “se preguntó qué quiso decir ella” por “¿qué quiso decir ella?”.
  • Intenta sustituir las atribuciones como “dijo” por alguna acción o emoción que aclare quién hablará, pero no hace falta eliminarlas todas.
  • Busca todas las instancias de la palabra “ojos” y piensa en maneras de caracterizar a los personajes que prescindan del movimiento de los ojos.
  • Intenta sustituir todas las instancias en las que cuentas a los lectores como es un personaje (por ejemplo, diciendo que el protagonista es valiente) por una demostración. Si los lectores experimentan ese aspecto del personaje, sobra que se lo digas. Peor aún cuando lo dicho del personaje contradice sus acciones.

Sobre cómo garantizar la necesidad de cada punto argumental

Reorganizaba una sección de mi manual de narrativa, que he compuesto durante años de leer libros del tema y mediante mi naturaleza INTJ que necesita reducir todo a sistemas, cuando se me ha ocurrido que podría compartir algunas de esas secciones como artículos en el blog. Supongo que después de publicar mi tercer libro sacaré unos cuantos de narrativa.

Cuando necesito procesar cada punto argumental, para asegurarme de que encaja en la narración lo someto a la siguiente batería de preguntas.

 

Prioritario

  • ¿Por qué lo necesita la narración?
  • ¿Revela algo esencial sobre los personajes y/o el argumento que necesitamos para entender lo que pasa?
  • ¿Avanza la trama y revela a los personajes implicados a través de sus reacciones emocionales?
  • ¿Puede el protagonista negarse a involucrarse sin repercusiones significativas? En ese caso, el punto argumental carece de importancia y de urgencia.

Trama

  • General
    • Si descartases este punto argumental, ¿algún evento que ocurriera posteriormente cambiaría? En caso negativo, considera prescindir de este evento.
    • ¿Tiene suficiente relación con el problema principal con el que el protagonista ha batallado desde el principio?
  • Riesgo
    • ¿El grado de riesgo que alguno de los personajes involucrados corre justifica que la escena exista?
  • Impacto
    • ¿Cómo representa una crisis más o menos grande para algún personaje importante, forzándolo a decidir para superarla?
  • Progresión
    • ¿Contribuye a la complicación progresiva de la trama?

Dilema temático

  • ¿Cómo altera este punto argumental el balance del dilema temático? Si no lo afecta, considera descartar el evento.

Personajes

  • General
    • ¿Es necesario para que tus personajes logren su objetivo final?
  • Arco del protagonista
    • ¿Contribuye a desarrollar al protagonista, bien empujándolo hacia que cambie o como argumento para justificar que nunca cambiará?
    • ¿Se trata de un problema capaz de desafiar al protagonista de una manera significativa y quizá hasta dolorosa?
    • ¿Necesita el protagonista enfrentarse a este conflicto para superar su problema personal? En caso contrario, quizá este punto argumental sobre.

Expectaciones

  • Considera el punto argumental que produjo éste. ¿Has imaginado una consecuencia obvia? En ese caso, imagina otro.
  • ¿Cómo podrías construir una escena sorprendente para este punto argumental? Si no puedes, considera saltarlo aunque tenga mucho potencial dramático.

Impacto

  • Si el valor emocional de este punto argumental es bajo, considera descartarlo.

Sobre violar los principios narrativos

Al contrario de muchos escritores que consideran que aprender las técnicas narrativas es una pérdida de tiempo, o que sólo se aprenden escribiendo, yo me he dedicado durante años a absorber y recopilar los principios que docenas de instructores magníficos han recogido en sus libros. Las técnicas que para mí tenían sentido las añadía a un manual que sigo durante cada fase para construir una historia. Sin embargo, durante el proceso de escribir las siete historias que he publicado o estoy en proceso de publicar, que consisten en seis novelas cortas repartidas en dos libros y además una novela, he necesitado violar las recomendaciones para que esas historias funcionaran como las necesitaba. Creo que se debe a que esos siete relatos emergieron de mi subconsciente partiendo de dilemas que me preocupaban, y de la misma manera que mi mente resulta incapaz de solucionarlos, no puedo moldearlos del todo mediante los principios de la narrativa. Pero las técnicas que he aprendido me han servido para sostener los relatos a pesar de los riesgos que cada uno de ellos me había exigido tomar. Por ejemplo:

En Los reinos de brea, una colección de tres novelas cortas:

  • En la primera historia, Pintura, Siobhan, un personaje ajeno al narrador, ejerce el rol de protagonista. Siobhan se enfrenta al mundo que la rodea mientras el narrador intenta obstaculizarla. Sólo al final de la historia descubrimos todos los aspectos de la motivación del narrador, y hasta entonces compartimos en parte la confusión de la protagonista. Creo que molestará a bastantes lectores, pero considero que encaja con la historia.
  • En la segunda historia, La ciudad ahogada, el dilema temático requería que yo contrastara cómo al protagonista lo asquea la vida urbana falta de esperanza, en contraposición a la naturaleza que encuentra. La descripción podría atragantársele a alguno. Además, la protagonista femenina viola bastantes criterios sobre cómo construir un personaje. A menudo se comunica mediante non sequiturs, y en algunos momentos abandona una mudez y dejadez animal para mostrarse lúcida y consciente de la realidad. Me pareció importante generar esa contradicción en el lector para enfatizar la temática basada en la obsesión. Gran parte de la relación que el protagonista establece con esa mujer transcurre en su cabeza, mientras que se le escapa la realidad fundamental del ser en carne y hueso.
  • En la tercera historia, Sonríe, me basé en un dilema que me ha preocupado durante años: ¿es mejor dar la espalda al dolor del mundo para confiar en tus semejantes, aunque debas engañarte, o es preferible enfrentar el abismo, la fealdad de la existencia, aunque te traumatice? Algunos de los pasajes invitan al lector a mirar a otro lado. Dudo que se trate de un plan de negocio lucrativo. Además, el lector experimenta la historia a través de un protagonista que se cuece en una ira que para muchos resultará inaguantable, y algunas de sus conversaciones derivan a monólogos, dado que el protagonista ha encontrado por primera vez alguien que podría entender su situación peculiar, aunque ese alguien se trate de un psicópata. Sé que las decisiones que tomé para esta historia molestan a algunos lectores, porque varias personas han dejado de hablarme después de leerla.

En el segundo libro todavía sin publicar, Los dominios del emperador búho, una colección con otras tres novelas cortas:

  • En la primera historia, Impulsos neurales, la trama se divide en dos partes muy diferenciadas gracias a un punto de inflexión cataclísmico, mucho más fuerte que en las otras historias que he escrito. No lo anticipé mientras componía la estructura, pero salió así. La primera parte consiste en la misión que la protagonista y dos de sus colegas siguen, y en la segunda parte la protagonista sufre las consecuencias. El tono y el decorado cambian por completo. Además, los lectores vivirán a través de la paranoia extrema de la protagonista.
  • En la segunda historia, El emperador búho, experimentamos la trama a través de una protagonista cuya mente, debido a su situación doméstica, entra y sale de una psicosis que en el transcurso de la historia incluso empeora. Sus decisiones vulneran en algunos casos lo que podría esperarse de un protagonista, dado que experimenta otra realidad, pero espero que los lectores puedan empatizar con ella.
  • En la tercera historia, Basura en una cuneta, opté por un protagonista extremadamente solitario, traumatizado y que ha renunciado a la vida. Cuando al final del primer acto el protagonista comete un crimen por accidente, en vez de lanzarse a la aventura, su voluntad de pasar lo más desapercibido posible lleva a que su objetivo durante gran parte de la historia consista en intentar continuar con su vida normal. En términos narrativos se podría decir que rechaza la llamada a la aventura. El entorno en el que vive, además de los personajes que pululan por ahí, obstaculizan su propósito con unas intromisiones que dificultan más y más que el protagonista ignore lo que esconde. Además, muchos lectores rechazan a los narradores que se cuecen en su propia miseria, y muchos instructores hasta recomiendan descartar esa clase de protagonistas. Aunque yo me identifico con ellos, admito que cuánto se odia el protagonista y cómo tiende hacia autodestruirse podría abrumar a muchos lectores.

Para la novela que escribo ahora he necesitado doblar los principios narrativos de unas maneras que no había anticipado. La he dividido en cinco capítulos. Durante el segundo, ambos protagonistas trabajan en una historia delirante, una novela dentro de una novela. Podría haber dejado el contenido a la imaginación de los lectores, pero quería involucrarlos, así que reflejo las escenas comprimidas y entrelazadas con los esfuerzos de los protagonistas por evitar que ese proyecto destroce sus vidas. Sigo trabajando en el borrador de ese acto. Ya sé que contendrá al menos el doble de palabras que el resto de capítulos, o quizá el triple. Eso viola la recomendación de equilibrar el peso de los capítulos, pero no tenía sentido repartir el contenido de la subnovela por el resto de la historia. Además, el punto de inflexión de esta historia la hace resbalar dentro de otro género literario. Aunque tiene sentido, y lo preparo con mucho foreshadowing, imagino que podría molestar a bastantes lectores.

Cuando descubres que necesitas violar ciertos principios de la narrativa, más vale que lo equilibres fortaleciendo cuanto puedas el resto de los elementos de esa historia. Asegúrate de que ofrecerás a los lectores una trama guiada por unos personajes interesantes que intentan solucionar un problema complejo que se complica progresivamente.