¿Ritos macabros realizados por negros y mestizos mencionados como inferiores? ¿Inteligencias inhumanas que se entrometen en nuestro mundo con propósitos incomprensibles, consiguiendo que las personas involucradas pierdan el juicio? ¿Misteriosos eruditos con aficiones sospechosas que incluyen el esoterismo y las antiguas civilizaciones? Uno de los relatos incluso hace referencia a Providence, Rhode Island. Cualquiera diría que he leído otro libro de Lovecraft, pero Hanns Heinz Ewers se trata de una de las influencias principales de Howard.
Me ha impresionado la variedad de las temáticas, de los escenarios y de los elementos incluidos. Ritos ocultos y sangrientos en lugares distantes del mundo. Sacrificios humanos. Suicidios. Desentierro de cadáveres. Necrofilia sobrenatural. Choques de culturas. Oscar Wilde. Un tronco animado. Lovecraft nunca se hubiera atrevido a presenciar en persona los ritos y ambientes que reflejaba en sus historias (no le culpo: yo tampoco), pero a Ewers debía gustarle la vida de trotamundos. La cantidad de detalles que incluyó hasta en las escenas más sangrientas sugiere que escribió los relatos a raíz de presenciar eventos similares. De lo contrario, alabo su talento como investigador.
A pesar de la calidad de los relatos de Ewers y de lo poco que han envejecido, hoy en día está olvidado debido a su vinculación con el nacionalsocialismo alemán, del que se distanció debido a su individualismo y a que le gustaban los judíos. Curioso criterio que seguimos en el Occidente moderno, teniendo en cuenta que muchos escritores e intelectuales del extremo político opuesto siguen leyéndose e incluso enseñan a nuevas generaciones desde sus torres de marfil en las universidades, sin que hubieran denunciado sus ideologías que derivaron a una represión casi inimaginable y centenares de millones de muertos.