A pesar del título, que la narradora sea lesbiana es incidental. Este manga recoge la lucha heroica de la autora desde el momento en el que deja la universidad hasta que, años después, siendo una mujer de veintiocho años que nunca ha tenido pareja ni ha conectado con alguien, decide que una prostituta bastará para proveer el contacto humano que ansía. De camino necesita vencer sus problemas mentales, que incluyen una ansiedad extrema, un desorden alimenticio, tricotilomanía, una tendencia a autolesionarse y ataques de despersonalización. Y los debe superar sola, porque ni su familia ni su terapeuta la entienden lo suficiente. Ha vivido toda su vida a través de un yo falso, uno que la autora creía que satisfaría a sus padres, hasta el extremo de que su yo real es una extraña a la que odia. Quizá sea autista también, pero nunca estoy seguro de si esa impresión la proyecto. A la autora le cuesta mantener trabajos a tiempo parcial hasta que consigue varios contratos como creadora de mangas, la única actividad que la llama de verdad. Por suerte, este manga fue un éxito. Espero que siga consiguiendo trabajo y que sostenga la felicidad que alguien en su situación puede.
El arte es agradable y hace su trabajo, pero yo habría preferido dibujos más detallados y serios para el tema tratado. Los ojos son enormes incluso para los estándares del manga, algo que me distrajo a veces.
Tengo una debilidad por la honestidad impávida. Desde que descubrí la existencia de esta obra quise conseguirla lo antes posible, dado que conecto principalmente con esa franqueza cruda que otras personas con problemas mentales incluyen en sus narraciones. Me alegro de haberla leído.